En esto que llegó el profesor y pidió orden a la clase.
Yo controlaba los sollozos provenientes de mi garganta pero las lágrimas, bueno era imposible evitar que cada pocos segundos, una rodara por mi cara y me delatara.
Escondí mi cabeza, antes de que los demás se dieran cuenta de lo que me pasaba. No quería volver a ser el centro de atención, la rara.
La clase transcurrió y poco a poco recuperé el control de mi misma. No dirigí una sola mirada a Javi, aun que estaba completamente segura de que él no había apartado la mirada de mí, desde nuestra discusión.
El timbre tocó y con un suspiro levante la cabeza y comencé a preparar la siguiente clase. Me pregunté si mi intento de disimulo estaba siendo muy descarado. En ese momento sentía un leve golpecito en mi brazo, acompañado de un “oye” muy leve e increíblemente culpable.
Estaba calmada es verdad, pero mi odio por él seguía ahí, más que odio era rabia. Rabia por que justamente él, el único que aunque fuera por unos instantes me había echo olvidar a César, tuviera que meterse en el tema que con todo mi ser trataba de enterrar. Rabia también por que hablara con Patricia, porque aunque antes él ya hubiera hablado con ella, él no sabía la historia, pero ahora… ahora si que la sabía y no le había importado, había creído en ella, estaba de su lado.
Intentó varias veces más que yo le respondiera, pero fue inútil, ni siquiera giré la cabeza hacia él. No pensaba volver a dirigirle la palabra a menos que fuera estrictamente necesario y aunque una parte de mi estaba muy triste por eso, la mayor parte de mí estaba dominada por la rabia.
Narra Fátima:
Si claro Salva, pero entiende también a Cristina, José no le gusta nada y por mucho que él sea un cielo con ella, eso no va a cambiar-le dije a mi novio tratando de que me entendiera.
Ya habíamos tenido esta conversación mil veces y además ahora me preocupaba mucho más Marina, primero su cara está mañana. De la cual me ha explicado el por qué Cristina mediante un papelito en un momento en el que el profesor se había distraído. Y ahora parecía que había discutido con Javier o algo por que de repente había empezado a llorar y después había escondido su cabeza en la mesa durante toda la hora. El pobre chico estaba muy preocupado, o por lo menos lo parecía por su cara y no hacía más que intentar hablar con ella que lo ignoraba descaradamente. Fruncí el ceño.
-Por lo visto el defendió a Patricia-me susurró Salva al oído.- mmm?- pregunté aturdida, saliendo de mis ensoñaciones.
-Que Javi defendió a Patricia, por eso Marina está así- dijo mirando en la misma dirección qué yo.-¡¿QUÉ?!-dije indignada. Salva me advirtió que bajará la voz con la mirada.-Pero es que… quiero decir, ¿Cómo lo sabes?- Bueno, hace un rato vino Jorge a pedirme un bolígrafo y me lo conto…-¿Jorge?-Sí, ese chico pelirrojo que se sienta detrás de ellos.-Ya sé quien es Jorge, lo que pregunto es qué cuándo ha venido que no me he enterado…-Cuando hablabas con Cristina por los papelitos, si no pasaras tanto de mi…- le dije una sonrisa a modo de disculpa y le dije- Lo siento es que estoy preocupada por Marina. Pero te prometo que cuando solucione esto, nos iremos a cenar, o al cine, o a donde tú quiero los dos solos.- Me sonrió, son una de sus inocentes sonrisas que yo tanto amo y se acerco a mí para darme un beso. Razón por la cual yo puse mi mano entre los dos separándonos.-Estamos en el colegio ¿recuerdas?-Suspiró y se separó a regañadientes. Me reí por lo bajo y me volví a mirar a Marina.
Seguía ignorando a Javi. Y yo que pensaba que él iba a ser quien le ayudara a ser ella misma de nuevo…
Suspire frustrada, tendría que actuar. Hablaría con él después de clases, pero desde luego Marina no se podría enterar de nada.
Perdooon! siientoo no a ver publicado en tanto tiempo.. peroo es que como nadie parecía leer mi nove pues pense que era una perdida de tiempo.. pero hoy vuelvo a entrar y veo q tengo 4 seguidores! uueeh! se son muy poquitos peroo a mi me hace mucha ilusion que os gustee la historia..! muchismas gracias por tomaros el tiempo en leerlaa!
A partir de aora tratare de publicar dos veces en semana!
muchisimas gracias de nuevoo!
miércoles, 5 de mayo de 2010
domingo, 28 de febrero de 2010
CAP 6
Estuve hablando con él hasta que terminaron las clases, de temas sin importancia. Hablándole de los profesores, de cómo era la gente del colegio…
Después de camino a casa, le conté toda la verdad a Fátima y reaccionó de manera distinta a como lo esperaba. Ella… a ella le dio la risa…
-No sé que le ves de divertido…
-No te enfades, es solo que pienso en la cara del pobre chico cuando te inventaste lo del camarero-aquí tuvo que parar por que le dio un nuevo ataque de risa-Vale, vale perdona- intento sofocar su risa- pero, ¿por que no me lo constate entonces?
-Porque, no sé, supongo que quería hacer que no había pasado nada, pensé que nunca mas lo volvería a ver y ahora…-ella completo mi frase-es tu compañero de mesa- y empezó a reírse otra vez- Hoy estas insoportable-le dije enfada echando a andar.
-Espera-me agarró por detrás- lo siento. ¿Entonces él te gusta no?-la mire muy mal- Vale, tranquila-hizo el gesto de la paz con los dedos-solo preguntaba y con lo de la discoteca, no te preocupes no se lo pienso decir a nadie. Y ahora, hablemos de algo más importante y de lo que tú también te podrás reír… La cara de Patricia después de que le gritaras- ahí las dos empezamos a reírnos. Después empezamos a hablar de estupideces.
A la mañana siguiente, tuve que ir al colegio sola, porque al padre de Fátima le había dado uno de esos días de soy un buen padre y se le había ocurrido llevar a su hija en coche… En fin…
Así que tuve mucho tiempo para pensar, lo último que necesitaba.
Y en esas estaba yo con mis paranoias mentales de que y si Patricia vendría a por mí hoy, y aun que me cueste admitirlo… de que le diría hoy a Javi, cuando de repente alguien pasó corriendo a lado mía y me hizo perder el equilibrio y caer a un charco.
Casi me pongo a gritar en medio de la calle, pero me dije a mi misma que no era una buena idea y me contuve. Levante la vista, echando fuego por los ojos- no iba a gritar pero fuera quien fuera, no se iba a ir como si nada…-cuando me encontré con unos precioso ojos grises avergonzados-Lo siento…-es cierto que estaba muy cerca, pero todavía no había conseguido que me tranquilizara- ¡¿Has visto como me has puesto?! Mira mi camiseta, está asquerosa…-Me miró de arriba abajo, y frunció el ceño-Tienes razón… pero no te preocupes-empezó a sacar algo que tenía en su mochila, una sudadera roja- Toma, póntela y así nadie se dará cuenta…- me la tendió sonriendo-¿Nadie se dará cuenta de que llevo una sudadera de tío?- su sonrisa se congeló-Mira de verdad lo siento, es solo que tengo prisa, pero ahora no hay otra cosa que pueda hacer-su voz se había vuelto seria, tomé la sudadera y mientras me la ponía, con toda la dignidad que fui capaz le pregunté- Y, ¿a dónde vas con tanta prisa? Todavía es temprano. Queda más de media hora, para que empiece el colegio.-le dije molesta, por su tono de voz-suspiró- Es que tengo que darle una cosa al profesor de…- le mire con una ceja levantada-He quedado con Patricia, en la cafetería que hay al lado del colegio para desayunar juntos, quiere ayudar, con esto de que soy nuevo…-No hace falta que me des cuentas de nada… Adiós.-Y eche a andar muy pero que muy enfadada y no precisamente con él.
Ves, no ha tardado ni un día en preferir a Patricia-pensaba mientras hacia fuerzas para evitar que una lagrimilla no resbalara de mis ojos- No, pero todavía es pronto. Puedo evitar enamorarme de él, mejor que haya pasado hoy que no de en dos semanas.-Me infundía ánimos a mi misma.
Ya estaba llegando al colegio-evitando a toda costa mirar hacia la cafetería- cuando vi a Amalia y a Cristina, entrando al colegio. Pegue una carrera y las alcance-¡Hey!-dije a modo de saludo.
-Hola-dijeron a coro, sonriendo-¿De qué hablabais?-Sonrieron más todavía, pero sus sonrisas me parecieron un poco… no sé… ¿perversas?-¿Qué pasa?-pregunté con desconfianza.- ¿Sabes que van a hacer un concurso de cantautores en el gran teatro?-preguntó Cristina-No, pero ¿qué pasa con eso?- Bueno hemos pensado que dado que ahora no te importa plantarle cara a Patricia y que ella se iba a presentar…-dejó caer Amalia. Malo, ya empezaba a intuir por donde iban los tiros-Hace más de ochos meses que no escribo ni canto absolutamente nada.-dije mordazmente.
En ese momento llego Victoria y Carmen, justo para ver como Amalia y Cristina ponían los ojos en blanco frustradas-¿Qué se lo habéis dicho ya?-pregunto con felicidad Carmen-¿Tú también…?-pregunte un de manera cansina-Vamos pero si es una gran idea-dijo Vi.
Vamos, todas sabemos el talento tan increíble que tienes, ¿de verdad que no tienes ningún tema, que podamos presentar?-pregunto Cristina. Pensé en mi último tema y me estremecí-¿Eh?-insistió Cristina-Ah-dijo cuando Carmen le dio un codazo, que supuestamente no debería haber visto. En ese momento llegó Fátima-¡Hasta que llegáis! Llevo media hora esperándoos-su voz se fue apangando conforme notó el ánimo reinante. Me miró y luego le dirigió un disimulada mirada interrogativa-y algo molesta-a las demás.
-Anda venga que vamos a llegar tarde- y me enlazó su brazo con el mío arrastrándome.
Genial una tres horas seguidas de Javi a menos de veinte centímetros de mí, justo lo que necesitaba en este momento. Suspire.
-Hey, ¿todo bien?-pregunto Fátima en mi oído. Asentí.
Me senté en la silla. Él ya estaba allí hablando con Patricia la cual huyó en cuanto me vio. Sonreí.
-¿Todavía estas enfadada?-me pregunto con falsa inocencia. Contení mis ganas de sacarle la lengua, principalmente porque quedaría como una niña de cinco años.-No.-mentí secamente, la verdad es que no les estaba prestando toda la atención que solía, el recuerdo de aquella última canción aun estaba dando vueltas por mi cabeza-Mentira si que lo estás. Y te entiendo, pero es que no me habías dicho que era lo que Patricia había hecho. Si lo llegó a saber ante…-le miré directamente-¿Saber? ¿Antes?-pregunte confusa-Bueno si… ella me habló de lo de tu ex está mañana. Pero no es todo como tu piensas ella no tiene la culpa, él también la engaño a ella hay cosas que tú no sabes-Tú no sabes nada-le dije con odio.-Pero de verdad ella no sabía nada de vuestra relación,-calla…-dije bajito, aguantando las lágrimas, ¿por qué tenía él qué sacer este tema? - él la enamoró, él es el carbón…-¡Qué te calles!-le dije y vi como se encogía viendo la lágrimas que ya no podía contener.
Me pase rápido la mano por las mejillas y mire para otro lado, pero me era imposible dejar de llorar. Él había ido demasiado lejos, en estos momentos odiaba a Javi con toda mi alma.
Después de camino a casa, le conté toda la verdad a Fátima y reaccionó de manera distinta a como lo esperaba. Ella… a ella le dio la risa…
-No sé que le ves de divertido…
-No te enfades, es solo que pienso en la cara del pobre chico cuando te inventaste lo del camarero-aquí tuvo que parar por que le dio un nuevo ataque de risa-Vale, vale perdona- intento sofocar su risa- pero, ¿por que no me lo constate entonces?
-Porque, no sé, supongo que quería hacer que no había pasado nada, pensé que nunca mas lo volvería a ver y ahora…-ella completo mi frase-es tu compañero de mesa- y empezó a reírse otra vez- Hoy estas insoportable-le dije enfada echando a andar.
-Espera-me agarró por detrás- lo siento. ¿Entonces él te gusta no?-la mire muy mal- Vale, tranquila-hizo el gesto de la paz con los dedos-solo preguntaba y con lo de la discoteca, no te preocupes no se lo pienso decir a nadie. Y ahora, hablemos de algo más importante y de lo que tú también te podrás reír… La cara de Patricia después de que le gritaras- ahí las dos empezamos a reírnos. Después empezamos a hablar de estupideces.
A la mañana siguiente, tuve que ir al colegio sola, porque al padre de Fátima le había dado uno de esos días de soy un buen padre y se le había ocurrido llevar a su hija en coche… En fin…
Así que tuve mucho tiempo para pensar, lo último que necesitaba.
Y en esas estaba yo con mis paranoias mentales de que y si Patricia vendría a por mí hoy, y aun que me cueste admitirlo… de que le diría hoy a Javi, cuando de repente alguien pasó corriendo a lado mía y me hizo perder el equilibrio y caer a un charco.
Casi me pongo a gritar en medio de la calle, pero me dije a mi misma que no era una buena idea y me contuve. Levante la vista, echando fuego por los ojos- no iba a gritar pero fuera quien fuera, no se iba a ir como si nada…-cuando me encontré con unos precioso ojos grises avergonzados-Lo siento…-es cierto que estaba muy cerca, pero todavía no había conseguido que me tranquilizara- ¡¿Has visto como me has puesto?! Mira mi camiseta, está asquerosa…-Me miró de arriba abajo, y frunció el ceño-Tienes razón… pero no te preocupes-empezó a sacar algo que tenía en su mochila, una sudadera roja- Toma, póntela y así nadie se dará cuenta…- me la tendió sonriendo-¿Nadie se dará cuenta de que llevo una sudadera de tío?- su sonrisa se congeló-Mira de verdad lo siento, es solo que tengo prisa, pero ahora no hay otra cosa que pueda hacer-su voz se había vuelto seria, tomé la sudadera y mientras me la ponía, con toda la dignidad que fui capaz le pregunté- Y, ¿a dónde vas con tanta prisa? Todavía es temprano. Queda más de media hora, para que empiece el colegio.-le dije molesta, por su tono de voz-suspiró- Es que tengo que darle una cosa al profesor de…- le mire con una ceja levantada-He quedado con Patricia, en la cafetería que hay al lado del colegio para desayunar juntos, quiere ayudar, con esto de que soy nuevo…-No hace falta que me des cuentas de nada… Adiós.-Y eche a andar muy pero que muy enfadada y no precisamente con él.
Ves, no ha tardado ni un día en preferir a Patricia-pensaba mientras hacia fuerzas para evitar que una lagrimilla no resbalara de mis ojos- No, pero todavía es pronto. Puedo evitar enamorarme de él, mejor que haya pasado hoy que no de en dos semanas.-Me infundía ánimos a mi misma.
Ya estaba llegando al colegio-evitando a toda costa mirar hacia la cafetería- cuando vi a Amalia y a Cristina, entrando al colegio. Pegue una carrera y las alcance-¡Hey!-dije a modo de saludo.
-Hola-dijeron a coro, sonriendo-¿De qué hablabais?-Sonrieron más todavía, pero sus sonrisas me parecieron un poco… no sé… ¿perversas?-¿Qué pasa?-pregunté con desconfianza.- ¿Sabes que van a hacer un concurso de cantautores en el gran teatro?-preguntó Cristina-No, pero ¿qué pasa con eso?- Bueno hemos pensado que dado que ahora no te importa plantarle cara a Patricia y que ella se iba a presentar…-dejó caer Amalia. Malo, ya empezaba a intuir por donde iban los tiros-Hace más de ochos meses que no escribo ni canto absolutamente nada.-dije mordazmente.
En ese momento llego Victoria y Carmen, justo para ver como Amalia y Cristina ponían los ojos en blanco frustradas-¿Qué se lo habéis dicho ya?-pregunto con felicidad Carmen-¿Tú también…?-pregunte un de manera cansina-Vamos pero si es una gran idea-dijo Vi.
Vamos, todas sabemos el talento tan increíble que tienes, ¿de verdad que no tienes ningún tema, que podamos presentar?-pregunto Cristina. Pensé en mi último tema y me estremecí-¿Eh?-insistió Cristina-Ah-dijo cuando Carmen le dio un codazo, que supuestamente no debería haber visto. En ese momento llegó Fátima-¡Hasta que llegáis! Llevo media hora esperándoos-su voz se fue apangando conforme notó el ánimo reinante. Me miró y luego le dirigió un disimulada mirada interrogativa-y algo molesta-a las demás.
-Anda venga que vamos a llegar tarde- y me enlazó su brazo con el mío arrastrándome.
Genial una tres horas seguidas de Javi a menos de veinte centímetros de mí, justo lo que necesitaba en este momento. Suspire.
-Hey, ¿todo bien?-pregunto Fátima en mi oído. Asentí.
Me senté en la silla. Él ya estaba allí hablando con Patricia la cual huyó en cuanto me vio. Sonreí.
-¿Todavía estas enfadada?-me pregunto con falsa inocencia. Contení mis ganas de sacarle la lengua, principalmente porque quedaría como una niña de cinco años.-No.-mentí secamente, la verdad es que no les estaba prestando toda la atención que solía, el recuerdo de aquella última canción aun estaba dando vueltas por mi cabeza-Mentira si que lo estás. Y te entiendo, pero es que no me habías dicho que era lo que Patricia había hecho. Si lo llegó a saber ante…-le miré directamente-¿Saber? ¿Antes?-pregunte confusa-Bueno si… ella me habló de lo de tu ex está mañana. Pero no es todo como tu piensas ella no tiene la culpa, él también la engaño a ella hay cosas que tú no sabes-Tú no sabes nada-le dije con odio.-Pero de verdad ella no sabía nada de vuestra relación,-calla…-dije bajito, aguantando las lágrimas, ¿por qué tenía él qué sacer este tema? - él la enamoró, él es el carbón…-¡Qué te calles!-le dije y vi como se encogía viendo la lágrimas que ya no podía contener.
Me pase rápido la mano por las mejillas y mire para otro lado, pero me era imposible dejar de llorar. Él había ido demasiado lejos, en estos momentos odiaba a Javi con toda mi alma.
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